En el Evangelio emblemático del primer domingo de Cuaresma, Jesús al ser tentado en el desierto
(Lc 4, 1-13), humanamente experimentó hambre, sed y debilidad.
Pero humanamente venció al "Tentador", fortalecido en la oración y en el conocimiento de la Palabra de DIos Padre.
"La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo." (Catecismo; #2564)
Ejercicio: A ejemplo de Jesús aprovechemos la
Cuaresma para fortalecer nuestra oración personal-comunitaria y en la
meditación de la Sagrada Escritura, para saber enfrentar las tentaciones
de cada día.
"Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación les dará fuerza para superarla". (1Cor 10,13)
Lcda. María Isabel Espina de Duarte
Twitter: @mabelespina
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