domingo, 27 de abril de 2014

Dos Santos - Dos Papas - En el día de Jesús de la Divina Misericordia

 

Dos Santos   -   Dos Papas

 

 

 

San Juan XXIII 

fue el "Papa de la docilidad al Espíritu Santo", recuerda el Papa Francisco

  • El Papa Francisco recordó el histórico aporte de San Juan XXIII a la Iglesia por haber convocado el Concilio Vaticano II y lo llamó el “Papa de la docilidad al Espíritu” en la homilía que pronunció hoy durante la Misa en la que lo canonizó junto a San Juan Pablo II.
 
“En la convocatoria del Concilio, San Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; fue el Papa de la docilidad al Espíritu”, afirmó el Papa Francisco.
 
El Pontífice recordó que los nuevos santos fueron “dos hombres contemplativos de las llagas de Cristo y testigos de su misericordia” en quienes había “‘una esperanza viva’, junto a un ‘gozo inefable y radiante’”

  • Para el Papa Francisco la esperanza y alegría que “se respiraban en la primera comunidad de los creyentes” donde se vivía “la esencia del Evangelio, esto es, el amor, la misericordia, con simplicidad y fraternidad”, “es la imagen de la Iglesia que el Concilio Vaticano II tuvo ante sí”. “Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisonomía originaria, la fisonomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos”, agregó.
 
“No olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia”, dijo el Papa.
 
“Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios intercedan por la Iglesia, para que, durante estos dos años de camino sinodal, sea dócil al Espíritu Santo en el servicio pastoral a la familia. 

Que ambos nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama”. concluyó.(ACI).

Oración oficial

"San Juan XXIII"

 

 

“Dios Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII, llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo, comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque, como discípulos tuyos, nos amamos unos a los otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia particular que necesito. Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan grande intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén”.

 









San Juan Pablo II 

fue el "Papa de la Familia"

recuerda el Papa Francisco




  • En la homilía de la Misa en la que canonizó a San Juan Pablo II y San Juan XXIII, el Papa Francisco destacó el aporte del Papa polaco a la promoción de la familia y recordó que quiso ser recordado así.
 
“En este servicio al Pueblo de Dios, Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. Me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene”, afirmó en su homilía.

  • Al hablar de los nuevos santos, el Papa Francisco aseguró que tanto Juan Pablo II como Juan XXIII “fueron sacerdotes, obispos y papas del siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María”.  (ACI)


Oración oficial

"San Juan Pablo II"



¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!
Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.
Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.
Bendice las familias, ¡bendice cada familia!
Tú advertiste el asalto de satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.
 




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