lunes, 2 de octubre de 2017

Compañeros VIP



   Como se sabe la palabra VIP es un acrónimo muy popular a nivel mundial, que procede del idioma inglés, “Very Important Person”, que traducido al español significa persona muy importante y comúnmente se emplea para referirse a aquellas personas que por su status o trascendencia social, reciben un trato preferencial en cualquier lugar que vayan.

   Así también nosotros durante nuestra vida terrenal como cristianos católicos bautizados y comprometidos contamos con la protección, ayuda y custodia  Ángeles, compañeros de vida VIP, excepcionales, nada más y nada menos designados por el propio Papa Dios.
   Se trata de los Ángeles de la Guarda o Custodios, los cuales  según afirma San Anselmo, son asignados en el instante de la concepción ("cuando el alma se une al cuerpo") y nos acompaña permanentemente hasta nuestra muerte, porque no se aparta ni siquiera cuando perdemos la gracia de Dios por el pecado.

   La existencia de los Ángeles es una verdad de fe definida en el concilio IV de Letrán en 1215  y en 1608 el Papa Pablo V instituyó la fiesta de los Santo Ángeles Custodios. Posteriormente, en 1670, el Papa Clemente X fijó su conmemoración definitiva para el día 2 de octubre. Tratándose como una verdad de fe, sustentada en la Sagrada Escritura y por Tradición Cristiana.


   “La existencia de los seres espirituales, no corpora

les, que la Sagrada Escritura llama habitualmente “ángeles” es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición”. (Catecismo: #328). 


   No pasemos por alto la importancia de nuestro Ángel Custodio, por considerar que son cosas de la infancia o como una simple enseñanza de los padres o abuelos. Si Dios se toma la molestia de designar a cada quien bajo la custodia de un ángel, es ante todo una bendición que debemos aprovechar, en el contexto de su amor y misericordia filia. Así como lo proclama el salmista; 

«Porque él mandó a sus ángeles cerca de ti para guardarte en todos tus caminos» (Sal 90,11).

   En las Sagradas Escrituras, principalmente en el Antiguo Testamento  la palabra Ángel significa “Mensajero”. Un espíritu puro que está cerca de Dios para adorarlo, cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos.
   Por eso las palabras del Señor al pueblo de Israel son usadas por la Iglesia en la Liturgia de la Fiesta de los Santos ángeles Custodios: "Voy a enviarte un Ángel delante de ti, para que te cuide en el camino y te conduzca al lugar que te he preparado..."(Ex 23, 20).

   También en el Nuevo Testamento el propio Jesús, explica sobre la existencia y la labor de los ángeles;  "Pues os digo que sus ángeles contemplan en el cielo el rostro de mi Padre" (Mt. 18,10). "El Hijo del Hombre, enviará a sus ángeles a recoger la cosecha". Los ángeles son servidores y mensajeros de Dios son “agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra’ (Sal 103, 20) y contemplan "constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mt 18,10),

   Ante el equivocado culto hacia los Ángeles promovidos por sectas o grupos no cristianos, tengamos claro que para la Iglesia Católica los Ángeles,  son espíritus puros e inmortales cuya función principal es glorificar a Dios, ayudar a la Iglesia en a lo largo de su peregrinar en la Tierra y proteger, ayudar a los hombres de los peligros del alma y cuerpo y guiarlos en el difícil camino para llegar al Cielo, o como afirma San Basilio Magno; en la obra Adversus Eunomium: “Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor, para conducirlo a la vida”.

   Asimismo los Ángeles de la Guarda nos defienden de las seducciones del Maligno, nos protegen en las tentaciones e interceden por nosotros ante Dios en esos momentos de prueba.
   Por lo tanto invoquemos a menudo a nuestros ángeles de la guarda, con  respeto y confianza, sobre todo debemos tratar de imitarlos en todas nuestras acciones como lo explica el Papa Francisco: 


“El Ángel Custodio nos defiende siempre y, sobre todo, del mal. El Ángel Custodio es “un compañero de camino” que nos enseña la humildad y a quien, como niños, debemos escuchar. Pidamos hoy al Señor la gracia de esta docilidad, de escuchar la voz de este compañero, de este embajador de Dios que está junto a nosotros en su nombre, y que estamos sostenidos por su ayuda”. (Homilía: 02-10- 2015)


    De ahora en adelante agradezcamos más a Dios la bendición de tener un ángel guardia Compañero VIP, que durante nuestra vida terrenal nos protege y guía y como los hermanos mayores cuidan de los pequeños, así los Ángeles de la Guarda nos asisten y nos encaminan hacia el cielo.
   “Si vemos a Dios cuidar con tanto esmero de nuestra vida, debemos concluir que nuestra alma es algo muy grande y muy precioso, para que emplee para su conservación y santificación todo lo que tiene de más grande en su tribunal. Nos dio a su Hijo para salvarnos; Este mismo Hijo… nos da a cada uno de nosotros, uno y hasta varios ángeles, que únicamente se ocupan de pedirle para nosotros las gracias y los socorros necesarios para nuestra salvación… ¡Oh, qué poco conoce el hombre lo que es, y el fin  para qué ha sido creado! San Juan María Vianney [Santo Cura de Ars], Homilía: El ministerio de los ángeles.


Lcda. María Espina de Duarte
Twitter: @mabelespina

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