domingo, 31 de diciembre de 2017

Bendecido 2018






“El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz'. (Núm. 6, 22-27) 
Con la bendición de Dios encomendada a Moisés para los israelitas, comenzamos el nuevo año, en cuyo horizonte se nos propone 365 días, cargados de retos a la luz de la bondad divina.
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   La bendición levítica que Moisés enseñó a su hermano Aarón, plasmada en el Libro de Números del Antiguo Testamento se renueva litúrgicamente, como una acción de gracias por el año transcurrido y en bendición por el nuevo año,haciéndose eco de generación en generación yen el corazón de cada ser humano. 

Cada año es como un libro abierto con hojas en blanco donde Dios como Padre y Creador nos invita a redactar nuevos capítulos en la historia de nuestra vida terrenal, guiados por el Espíritu Santo y fortalecidos por la fe.

   Con certeza sabemos que viviremos días alegres y tristes, entre la salud y la enfermedad, entre la paz yla tribulación, pero también tenemos la seguridad que no estaremos solos. Que Dios en su infinita misericordia nos acompaña y protege siempre, sobre todo cuandoperseveramos en la oración y frecuentamos los sacramentos. 

Por eso la Iglesiadesde el primer día de cada nuevo año nos invita como pueblo de Dios a compartir dos grandes conmemoraciones; La Jornada Mundial de Oración por la PAZ y la Solemnidad de Santa María Madre de Dios.

El Papa Pablo VI fue el propulsor de orar por la paz entre los pueblos,así fue comoel 8 de diciembre de 1967, dos años después de la clausura del Concilio Vaticano II, Pablo VI, invitaba a celebrar el Día de la Paz en todo el mundo, el primer día del año civil,indicando que:"la paz está en la base de la religión cristiana, puesto que para el cristiano proclamar la paz es anunciar a Jesucristo".  (Homilía: 01-01-1969).

Desde entonces asumimos como Iglesia Universal que todo el mensaje de la Encarnación puede resumirse en Jesús como el Señor de la Paz y por lo tanto la Iglesia no puede dejar de orar, promover y trabajar en la consolidación de la paz, como don de Dios y obra de los hombres. 

Así en el contexto del Tiempo de Navidad y año nuevo, iniciamos con la mirada fija en el amor, el cuidado y defensa de la vida, apostando por la fraternidad y convivencia humana, porque no puede haber auténtica paz con violación de derechos humanos y donde predomine la injusticia.

   Para este 1 de enero el Papa Francisco pide una actitud de acogida, comprensión y generosidad con los migrantes y refugiados que abandonan su patria, huyendo de las guerras buscando una vida digna.

En el mensaje, titulado “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz”, el Santo Padre critica la retórica del miedo difundida con fines políticos en algunos países y pide que se mire a los migrantes y refugiados como miembros de una misma familia humana y recordó“a los más de 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22 millones y medio son refugiados”.

“Con espíritu de misericordia, abrazamos a todos los que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental…Quienes se ponen en camino para reunirse con sus familias, para encontrar mejores oportunidades de trabajo o de educación: quien no puede disfrutar de estos derechos, no puede vivir en paz”. (Mensaje Jornada Mundial de la Paz 2018). 

Recordemos que la paz la construimos los creyentes unidos entre sí, pero también todos los hombres de buena voluntad como cantaron los ángeles en Belén:“Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”.  (Lc 2, 14)

   También es bueno empezar el año invocando a María como; “Santa Madre de Dios, porque dio a luz al Rey, que gobierna el cielo y la tierra por los siglos de los siglos”. (Oración colecta).

   El título “Madre de Dios”, es el más antiguo e importante dedicado a la Virgen María y se venera especialmente cada 1 de enero para comenzar el año encomendándonos a su maternal protección e intersección.

La Virgen María, modelo de la Iglesiafue elegida por un don gratuito del Padre para acoger al Hijo de Dios, hijo suyo también, no sólo físicamente, sino también en su espíritu, por la fe y el amor.

  Como dice San Ambrosio: «Por eso concibió doblemente a su hijo: por la fe en su alma y por la maternidad en su seno.»
   Bajo su maternal protección trabajemos por rescatar esa imagen de María, tal como la presenta la Palabra de Dios, como modelo más cercano a nosotros y más accesible para nuestro camino de fe y pidamos que María nos ayude a hacer conocer con gozo, esperanza y perseverancia a su Hijo Jesús.

   De tal manera que imploremos la bendición de Dios sobre nosotros, sobre nuestras familias, sobre nuestro país y sobre el mundo entero e invoquemos también a Nuestra Madre; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.



 Por lo tanto en el umbral del nuevo año 2018 seguramente albergamos en nuestros corazones muchos planes, sueños, proyectos, anhelos y metas por consolidar, pero recordemos que sólo la fe cristiana transforma el tiempo y le da sentido, permitiéndonos consolidar nuestra vida a la luz de la voluntad de Dios y no al ritmo social del azar y de las falsas predicciones.
Un abrazo fraternal para todos, acompañado de los mejores deseos de un bendecido y venturoso Nuevo Año 2018, por parte del Equipo de Producciones Católicas Venezuela.

“El inicio de cada año aviva en nosotros anhelos de felicidad, y renueva en nuestros corazones la esperanza de una vida mejor, pues sabemos que Dios nos ama y quiere nuestro bien. Abramos el corazón al señor, escuchemos y cumplamos su palabra. Hagamos un año bueno, hagamos un año feliz para nosotros y todos nuestros hermanos…Manifiesto mi más viva solidaridad con quienes tienen un luto reciente, con las víctimas de la violencia, con los que pasan hambre, los presos y los enfermos, con quienes se sienten solos y abandonados, y con todos los que sufren, Con mi afectuosa bendición episcopal les deseo una Navidad muy feliz y un año 2018 lleno de abundantes bendiciones celestiales”.
Jorge L. Urosa Savino. Cardenal Arzobispo de Caracas



Lcda. María Espina de Duarte
Twitter: @mabelespina




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