Estos valores fundamentales de la vida social son la verdad, la libertad y la justicia. Recordemos a Juan XXIII quien con su encíclica Pacem in terris, al dejar bien claro que el principio de la convivencia humana es la persona humana, dotada de inteligencia y libertad, sujeto de derechos y deberes, imagen de su Creador, redimido por Jesucristo, convertido por ello en hijo de Dios, es decir, elevado a la dignidad divina; nos enseña que los fundamentos de esta convivencia pacífica son la verdad, la justicia, el amor y la libertad.
Dice que "una comunidad
humana será... cuando los ciudadanos, bajo la guía de la justicia,
respeten los derechos ajenos y cumplan sus propias obligaciones; cuando
estén movidos por el amor de tal manera, que sientan como suyas las
necesidades del prójimo y hagan a los demás partícipes de sus bienes, y
procuren que todo el mundo haya un intercambio universal de los valores
más excelentes del espíritu humano.
Así pues, los valores fundamentales son: la verdad, la justicia, el amor, la libertad y la igualdad.
Es de saber que hablar de un valor particular no se puede hacer sin relacionarlo con los otros. La Conferencia de Medellín enseña que el amor "es también el dinamismo que debe mover a los cristianos a realizar la justicia en el mundo, teniendo como fundamento la verdad y como signo la libertad". Es decir, que amar es también practicar la justicia, fundada en la verdad, vivida y expresada en la libertad.
P. Andrés Bravo
Director del Centro Arquidiocesano de Estudios de la Doctrina Social de la Iglesia.
@joseabh
No hay comentarios:
Publicar un comentario