sábado, 25 de mayo de 2019


   El Señor Resucitado nos concede de manera personal y comunitaria, varios regalos o dones, que debemos saber aprovechar y compartir especialmente en el tiempo de Pascua, para que se traduzca en un autentico compromiso de fe.
   
 Paz:  Ante la ansiedad, la duda y la tristeza Jesús Resucitado nos regala el "don maravilloso de la PAZ. Solo èl como vencedor de la muerte, es capaz de concederlo.
   
   "Se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: La paz este con ustedes". (Jn 20, 19-20)

   La Paz, es un regalo que hay saber recibir, conservar y sobre todo compartir. Porque la paz que Jesús nos concede nos ayuda a enfrentar las circunstancias cotidianas con serenidad y confianza, en la medida que permanezcamos unidos y reconciliados con Dios.

Espíritu Santo: Según el relato del evangelista Juan, en el primer encuentro de Jesús Resucitado con sus discípulos "sopla" sobre ellos  diciendo: 
    "Reciban el Espíritu Santo" (Jn 20,22) 

   Es el soplo del Resucitado, aliento de vida nueva, que comunica la fuerza de la acción salvifica que el Padre le había encomendado.

   "Gracias al Espíritu Santo; la vida cristiana en la tierra es desde ahora una participación en la muerte y en la Resurrección de Cristo". (Catecismo;#1002)

Envío o Misión: También desde ese momento Jesús nos encomendó la tarea evangelizadora:

   "Cómo el Padre me envió a mí, así los envío yo también". (Jn 20, 21)
   
   Como hombres y mujeres renovados y comprometidos para anunciar su mensaje de salvación y reconciliación, Jesús nos asigna la gran tarea de perdonar y reconciliar.

   "Dicho esto soplo sobre ellos y les dijo... a quienes perdonen sus pecados, les serán perdonados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos". (Jn 20,22-23)

Libertad: En Pascua la libertad es expresión de Salvación.Como afirma San Pablo, "la libertad de los Hijos de Dios". (Ro 8,21) 

   Jesús Resucitado nos libera del pecado y de la muerte espiritual, para darnos la posibilidad de una vida nueva a partir del perdón y la reconciliación.

   "La libertad humana es la fuerza para crecer y madurar en verdad y bien". (Catecismo;#1731) 

   Asumamos de ahora en adelante de cara a Cristo Resucitado la Pascua, en ejercicio pleno de vivir libres para amar, evitando las situaciones de muerte, injusticia y de pecado.

   "Ustedes hermanos han sido llamados a la libertad, pero no tomen de esa libertad pretexto para la carne, antes al contrario, sirvanse unos a otros por amor". (Gal 5, 13-14)
   
Fe: Jesús Resucitado nos regala también el gozo de creer en èl y en su nueva vida.

   Por eso sí nos acechan las dudas y dificultades y quizás pensemos como Tomás, recordemos las palabras del Señor Resucitado: 

   "En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". (Jn 20, 27)

   La verdadera fe no tiene límites, ni condiciones, brota de un corazón ferviente y devoto.

    También nuestra fe, como la fe de los discípulos de Emaus, es pequeña y débil y Jesús Resucitado nos hace un llamado urgente para seguir adelante con la certeza que siempre nos acompaña y nunca nos defrauda con su palabra: 

   "Dichosos los que creen sin haber visto" (Jn 20, 29)

Alegría:  Difícilmente podemos celebrar la Pascua con tristeza, por eso uno de los principales dones del Señor Resucitado es la Alegria.

   "Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena". (Jn 15,10) 

   Jesús nos regala alegría genuina, que renace y persiste espiritualmente en nosotros con fuerza resucitadora, aún en las situaciones más difíciles de la vida.
  
     "Los discípulos se llenaron de alegría, al ver al Señor". (Jn 20,20)

   Los Hijos de Dios, deben caracterizarse por la alegría contagiante, fruto del encuentro frecuente con los sacramentos, la práctica de la caridad fraterna y en la meditación de su Palabra.

   "Así también ustedes ahora sienten pena, pero cuando los vuelva a ver, su corazón se llenará de alegría, y nadie podrá quitarles esa alegría". (Jn 16, 22)

Amor: El amor de Jesús Resucitado lleva impreso el signo de La Pascua.

   "Nadie tiene amor más grande que el da la vida por los amigos".(Jn 15,13)

    El amor es el camino más seguro para reconocer al Señor, para
anunciarlo a los demás e incluso para asumirlo como norma de vida y cómo "Mandamiento de la Nueva Alianza".

   "No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando que se amen los unos a los otros". (Jn 15, 16-17) 

Vida eterna: "Gracias a Cristo tenemos un lugar en el cielo y en el Reino de Dios". (Benedicto XVI

    Jesús con su Resurrección nos abrió las puertas a la vida eterna, a la vida que no se acaba, a la vida que no tiene fin.

   "Después que yo haya ido a prepararles un lugar, volveré a  buscarlos para que donde yo esté, también estén ustedes".(Jn 14, 1-3 )

   O como afirma San Pablo: 'Si Cristo resucitó, nosotros también resucitaremos". (1Cor 15,12) 

   Pan de Vida:  Con su fuerza resucitadora Jesús desde la Eucaristía, es pan de vida, para saciar el hambre espiritual del ser humano.

   "El que come mi carne y bebé mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré, el último día.Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida". (Jn 6,54-56) 

   Después de la "Ultima Cena" con sus discípulos, de su muerte y Resurrección, el Señor sella la Nueva Alianza con "pan de vida eterna".

   Quien comulga logra la unión de vida, firme y esencial con Jesús, así como existe entre la Santísima Trinidad. 

   Para alimentarse del pan de vida que es Jesús mismo, hay que creer en èl, como enviado del Padre, para nuestra salvación.
    
   Así lo afirma en Juan 6,27:  "Trabajen no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna". 

    Aprovechemos los regalos pascuales, porque el Señor sale a nuestro encuentro permanentemente, por lo tanto aceptemos, asimilemos y compartamos la fuerza de su Resurrección para así exclamar como el Salmista: "Enséñame el camino de la vida, saciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a tí". Del Salmo 15
  
Lcda. María Isabel Espina de Duarte.
Twitter: @mabelespina
B

No hay comentarios:

Publicar un comentario