lunes, 6 de mayo de 2019

Vivir la Pascua 2019. A cielo abierto...



   Despuntando el alba, a cielo abierto, a orillas del Lago de Tiberiades, Jesús Resucitado sale al encuentro.

   Desde ese momento el Señor manifiesta a sus discípulos de ayer, hoy, mañana y siempre, que él  es la luz que nos ilumina, acompaña y guía en todo momento, por más oscura, larga y difícil que sea la noche.

   Siguiendo el relato de  San Juan, nos ubicamos en Galilea, junto a Pedro y varios discípulos que retoman la pesca, (Jn 21,  2-3). Pero nos queda claro que su esfuerzo humano fue en vano hasta que el Señor reaparece con la fuerza de su Resurrección, para enseñarnos que junto a él, todo cambia para nuestro bien.

   "Entonces Jesús les dijo: "Echen la red a la derecha de la barca y encontrarån peces". Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces". ( Jn 21, 6)

   Hay un antes y un después del encuentro personal o comunitario con Jesús Resucitado, èl es el contraste perfecto entré la luz y la oscuridad, entre el fracaso y el verdadero éxito, entre la  noche infructuosa y el amanecer fecundo.

   En virtud de la esencia de la Pascua, muchas cosas cambian en la vida diaria, sí en ocasiones nuestro esfuerzo es inútil , guiados por la palabra del Señor, todo es diferente.  Sólo basta, reconocerlo, (Jn 21, 7) aceptarlo, escucharlo y obedecerle, a través de su Palabra,en oración y frecuentando los Sacramentos.

   "Jesús se acercó, tomó pan y se los dió.Lo mismo hizo con el pescado". (Jn 21, 13)

   Que la "Gloria del Resucitado"  nos ayude a ser testigos y anunciadores del Evangelio y así conozcamos, sirvamos y amemos más a Jesús y podamos afirmar siempre: 
   
   "Señor, tu lo sabes todo, tu bien sabes que te quiero". (Jn 21,17)

Lcda. María Isabel Espina de Duarte.
Twitter: @mabelespina

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