Creados “Con Aliento de Vida”

En la obra Creadora, Dios nos ha dado su vida y amor, según se describe en el libro del Génesis todo cuanto existe es el resultado de la Palabra expresada por Dios Padre bueno y Creador.

En el caso del Hombre y la Mujer, Dios también pronuncio su bendición “Y creo Dios al Hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creo, Macho y Hembra los creo. Dios les bendijo, diciéndoles: Sean fecundos y multiplíquense” (Gen. 1, 27 – 28).

 Así Dios nos da la existencia y el ser, con su “aliento de vida” (Gen. 2, 7), que nos lleva a ofrecerle una respuesta de fe y de amor.

A diferencia de todas las criaturas como nos enseña la Sagrada Escritura el hombre fue creado a imagen de Dios capaz de conocer y amar a su creador, constituido por Él, como Señor de todas las criaturas para que la dominara e hiciera uso de ellas dando Gloria a Dios.

“Dios creó el mundo para manifestar y comunicar su Gloria. La Gloria para la que Dios creó a sus criaturas consiste en que tengan parte de su verdad, su bondad y su belleza.” (Catecismo # 319)

Cada ser humano proviene del pensamiento creador y amoroso de Dios, por lo tanto fuimos creados para amar, y hacer el bien y no el mal.

Así por ejemplo cuando evangelizamos somos una bendición para los demás por anunciar y compartir con ellos la Buena Noticia de la vida eterna para quienes están muertos por el pecado.

Como lo expresa San Ignacio de Loyola: “El hombre ha sido creado para alabar, reverenciar y servir a Dios nuestro Señor y mediante esto salvar su alma”.

Por lo tanto por ser imagen viva de Dios, hombre y mujer seamos portadores de vida, aborreciendo la injusticia, la violencia, la mentira y la muerte, para alcanzarla felicidad en armonía con Dios y toda la creación.

Exclamando como el Salmista: “Al ver tu cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has fijado, ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él? ¿Qué es el hijo de Adán para que cuides de él? Un poco inferior a un dios lo hiciste, lo coronaste de gloria y esplendor. Le has hecho que domine las obras de tus manos, tú lo has puesto todo bajo sus pies:" (Salmo 8, 4-7)

Lcda. María Isabel Espina de Duarte

Twitter: @mabelespina