Cada 6 de
Enero celebramos “La Epifanía del Señor”, también conocida tradicionalmente
como Día de Reyes, solemnidad en la cual reflexionamos sobre la manifestación
de Dios a la humanidad, a través de la fe de Melchor, Gaspar y Baltasar y la
proclamación de la misión salvadora del
niño nacido en Belén.
Los Magos
buscaron lo que dijo el profeta Isaías; “Brilla, Jerusalén, que llega tu luz, la
gloria del Señor amanece sobre ti, sobre ti amanecerá el Señor, su gloria
aparecerá sobre ti”. Porque ellos buscaron la luz de Dios, la gloria del Señor,
al Salvador de la humanidad.
El Papa Emérito Benedicto XVI en su Homilía con motivo de la
fiesta de la Epifanía en 2012, afirmó.
“Los Reyes Magos tuvieron fe en
Dios. Creyeron aunque no veían, aunque no entendían. Quizás ellos pensaban
encontrar a Dios en un palacio, lleno de riquezas y no fue así, sino que lo
encontraron en un pesebre y así lo adoraron y le entregaron sus regalos. Nos
enseñan la importancia de estar siempre pendientes de los signos de Dios para
reconocerlo”.
El
detalle maravilloso de la manifestación de la gloria del niño Dios, comenzó y
se fundamento en la fe, desde el seno familiar con la Anunciación a María y la
revelación en un sueño a José. Luego se
revela a la comunidad más cercana a los pastores que atendiendo el llamado del
Ángel y la luz de la estrella llegaron hasta
el portal de Belén. Y posteriormente la estrella indicó el camino, el día de la Epifanía, a los
Magos que fueron desde Oriente para adorar al Rey de los judíos.
En opinión
del Papa Francisco; “Siempre hay nuevas personas que son iluminadas por la luz
de la estrella, que encuentran el camino y llegan hasta él. Los Magos
representan a los hombres y a las mujeres en busca de Dios en las religiones y
filosofías del mundo entero, una búsqueda que no acaba nunca”.
Asimismo Melchor,
Gaspar y Baltasar representan la manifestación de Jesucristo, Dios y Señor, a
todas las razas, pueblos o naciones, porque ellos recibieron una llamada divina para ponerse en
marcha y luego la Estrella del Señor los guio por el camino hacia Belén: "¿Dónde
está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y
hemos venido a adorarlo" (Mateo 2,2).
Desde entonces tenemos en Jesús, el don de
Dios al mundo, la eterna luz de la salvación, como dijo San Juan Pablo II. “Él es para todos la Epifanía, la
manifestación de Dios, esperanza del hombre, de Dios, liberación del hombre, de
Dios, salvación del hombre.”
Cristo
actualmente sigue manifestándose de mil
maneras a cada uno de nosotros, desde la luz de los sacramentos nos guía y nos
anima a ser más comprometidos y activos
para que aquellos que no han
visto la estrella, y no lo conocen ,lleguen con nuestro testimonio, un día a encontrarlo y adorarlo.
“La
estrella anunció la venida de Jesús a todos los pueblos. Hoy en día, el
Evangelio es lo que anuncia a todos los pueblos el mensaje de Jesús”. Papa
Emérito Benedicto XVI
Lcda.
María Espina de Duarte
@mabelespina
No hay comentarios:
Publicar un comentario