“No está aquí, porque ha resucitado como lo había
dicho” Mt. 28:6
Ha Llegado el día esperado. La celebración más importante de la Iglesia Cristiana Católica,
donde se conmemora la Resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber
sido crucificado, muerto y sepultado. Ya ha pasado el Camino Cuaresmal para dar
camino ala Pascua del Señor, su Paso de la Muerte a la Vida. ¿Y qué es la
Pascua del Señor?
La Pascua forma parte de la Semana Santa, es
la Fiesta de las Fiestas, Solemnidad de las Solemnidades,donde en el "Viernes Santo" se celebra la crucifixión de Jesús, seguidamente
“El Sábado Santo”que
es el segundo día del Triduo Pascual,acá la Iglesia está en
vigilia en espera junto al sepulcrodel máximo acontecimiento y en el gran "Domingo de Pascua"que se
celebra la Resurrección y la primera aparición de Jesús a sus discípulos.En las ceremonias de este día se
renuevan los sacramentos del Bautismo,por el cualla iglesia se baña con
Cristo en su Pascua,así como también la Confirmación en la cual se recibe el
Espíritu de la vida, y la Eucaristía ya que se participa del Cuerpo y la Sangre
de Cristo, como memorial de su muerte y resurrección.
¡Jesús vence
la muerte, vence el pecado, muere y resucita!
"este es el día que hizo el Señor,
lleno de alegría y de gozo"(Sal 117, 24-25).
Es el cimiento de nuestra fe. Es la
experiencia decisiva que la Iglesia, como Esposa unida al Esposo, recuerda y
vive en cada Pascua, la renovación de su comunión con El, en la Palabra y en los Sacramentos.
Los cristianos, por la fe en el poder de Dios, hemos
de penetrar espiritualmente con Jesús resucitado en una renovada forma de vida.
Y es precisamente la familia la que se convierte en la gran fortaleza de la
iglesia para cumplir el plan salvífico de Dios, para la humanidad.
Una familia unida en la fe, que practique el
evangelio e Cristo vivo, es capaz de vencer los problemas de su entorno, de
vencer el pecado, convirtiéndose en copartícipe de la búsqueda del reino de
Dios, siendo Jesús el primer invitado al hogar.
De esta manera cada integrante de una familia
cristiana experimentará vivencias significativas del amor de Dios Padre, Dios
Hijo y Dios Espíritu Santo, manifestadas a través de la dinámica familiar, para
así poder combatir los momentos débiles de fe y practicar las tareas de
misericordia encerradas en dos actuaciones: servicio y amor; tal cual como una
madre y un padre manifiestan amor y ternura sobre sus hijos, ante un éxito, un
error o un fracaso, con amor y perdón, sin miedo, con respeto, sin vergüenza,
pero con mucha humildad.
Nuestra familia, como Iglesia Doméstica, debe
reflejar el espíritu de la Pascua, el espíritu de la alegría y la victoria de
Jesús vivo.
¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCION!
Mgr. Mary Teresa Rojas
Lares
Twitter @maryrojas930
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