“Misioneros valientes”
La misión de evangelizar es sencilla pero
contundente, asumiendo el “Mandato Misionero”, revelado por Jesús de Nazaret quien al Ascender a los
cielos, confió la tarea evangelizadora a sus discípulos como Iglesia naciente;
“Vayan por todo el mundo a proclamar la Buena Noticia, yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.” (Mc 16,15; Mt 28,20)
“La
tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial
de la Iglesia”, (Exhortación Evangelii Nuntiandi; 14; Papa Pablo VI). Por lo tanto todo bautizado tiene el deber de
anunciar la “Buena Nueva” de la salvación asumiendo este legado como lo hizo
San Pablo; “Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria, es para
mí una necesidad imperiosa. Pobre de mí si no anuncio el Evangelio”. (1Co 9,
16) y porque el Evangelio “da fruto y
crece en todo el mundo” (Col 1,6).
Según
estadísticas de las Naciones Unidas la población mundial supera los 7350 millones de personas y se
estima que más del 60 por ciento desconoce a Jesús, por eso la misión
evangelizadora no se limita a revitalizar la fe de los creyentes perseverantes,
sino que también en anunciar a Cristo a todos aquellos hombres y mujeres que todavía
no lo conocen. Además todos los pueblos
y culturas, tienen el derecho de recibir el mensaje de salvación, como don de
Dios para todos sus hijos.
Esta responsabilidad además de intensa y
apasionante, es ardua, urgente e incluso peligrosa en los recónditos lugares
del mundo donde su condición geográfica dificulta la labor misionera, pero aún
más en aquellas ciudades donde la ideología, los sistemas políticos
totalitarios o fundamentalistas impiden la labor evangelizadora.
Por eso cada penúltimo domingo del mes de
Octubre celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, DOMUND, para
sensibilizar a toda la feligresía a ser generosa con los misioneros y los
territorios de misión en todo el mundo, a través de la oración, el servicio, el
llamado a la Misión Ad Gente y la solidaridad.
Así unidos en oración y acción por las
misiones y por los misioneros que se encargan de llevar la palabra de Dios a
los que no lo conocen o a quienes lo han olvidado en los llamados "territorios
de misión" ubicados principalmente en África, Asia, Oceanía y Latinoamérica. Estos territorios están
confiados a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y dependen
de la labor de los misioneros y del sostenimiento económico de las Obras Misionales
Pontificias (OMP) de todo el mundo.
Particularmente para el DOMUND 2017, “Sé
valiente, la misión te espera”, se nos
invita a ser valientes y comprometernos a fondo con la labor
misionera de la Iglesia”. Así como el Papa Francisco nos invita continuamente a
retomar la audacia del Evangelio con coraje y valentía para salir de nosotros
mismos, porque todos estamos llamados a la misión y además anunciar el
Evangelio es una necesidad del creyente.
El Papa Francisco para el DOMUND 2017 nos
invita a salir de nosotros mismos, de nuestras fronteras y de la propia
comodidad, como discípulos misioneros, estemos
al servicio de los demás, con nuestros propios talentos y experiencias:
“Esta Jornada nos invita a reflexionar de nuevo sobre la misión en el corazón de la fe cristiana. De hecho, la Iglesia es misionera por naturaleza; si no lo fuera, no sería la Iglesia de Cristo, sino que sería sólo una asociación entre muchas otras, que terminaría rápidamente agotando su propósito y desapareciendo. A través del anuncio del Evangelio, Jesús se convierte de nuevo en contemporáneo nuestro, de modo que quienes lo acogen con fe y amor experimentan la fuerza transformadora de su Espíritu de Resucitado que fecunda lo humano y la creación, como la lluvia lo hace con la tierra. (Papa Francisco; Mensaje Jornada mundial de las misiones, 04-06-2017)
El DOMUND, debe ser una clara expresión de
nuestra conciencia misionera, asumiendo la responsabilidad para que el
Evangelio llegue hasta los confines del mundo, con la certeza de que no estamos
solos y que el Señor sigue actuando en quienes ha enviado (Mt. 28, 16-20).
Recordemos especialmente que la familia
misionera católica está integrada por sacerdotes, religiosos, religiosas y
laicos, quienes dejando su tierra natal, evangelizan pero también trabajan en
favor del prójimo más necesitado en escuelas, hospitales, orfanatos,
geriátricos y centros de atención para refugiados o victimas de zonas de
conflicto.
En esta etapa crucial, de la humanidad,
todos los que profesamos la fe católica estamos llamados a desarrollar nuestro
espíritu misionero, propagando y defendiendo con hechos y palabras los valores
evangélicos. Por lo tanto seamos valientes, porque la
misión nos espera y nos incumbe a todos los bautizados evangelizar donde nos
encontremos en la familia, en la comunidad, en el trabajo y luego vayamos
más allá, donde disponga Papa Dios y bajo la inspiración y ayuda de la Virgen
María:
“Que la Virgen nos ayude a decir nuestro «sí» en la urgencia de hacer resonar la Buena Nueva de Jesús en nuestro tiempo; que nos obtenga un nuevo celo de resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte; que interceda por nosotros para que podamos adquirir la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don de la salvación. (Papa Francisco; Mensaje Jornada mundial de las misiones, 04-06-2017)
Lcda.
María Espina de Duarte
Twitter:
@mabelespina
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