Comúnmente cuando hablamos de emprendimiento
en términos generales, se refiere a cualquier acción que signifique realizar
algo nuevo, desde un dibujo hasta instalar una empresa. Sin embargo, en la
mayoría de los casos se relaciona con el ámbito de la economía y los negocios,
cuando una persona bajo iniciativa propia asume riesgos invirtiendo recursos,
con el objetivo de aprovechar una oportunidad que brinda el mercado.
Según los expertos los emprendedores deben
contar con ciertas capacidades para tener éxito, como dinamismo, creatividad,
constancia y fe, para saber enfrentar todo
tipo de dificultades y adaptarse a una
realidad cambiante.

A imitación de nuestro hermano mayor Jesús
quien fue el primer emprendedor con su ejemplo, acogiendo y curando a muchos
enfermos que encontró a lo largo de su vida. El propio Jesús no escatimó
esfuerzos para escuchar y sanar a los enfermos, se ocupó de ellos, compartió su
sufrimiento y abrió su corazón a la esperanza de la sanación:
“La
compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes
de toda clase (cf. Mt 4,24) son un signo maravilloso de que "Dios ha
visitado a su pueblo" (Lc 7,16) y de que el Reino de Dios está muy cerca.
Jesús no tiene solamente poder para curar, sino también de perdonar los pecados
(cf. Mc 2,5-12): vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo; es el médico que
los enfermos necesitan (Mc 2,17). Su compasión hacia todos los que sufren llega
hasta identificarse con ellos: "Estuve enfermo y me visitasteis" (Mt
25,36). (Catecismo: #1503)
La enfermedad llega sin avisar, así de
improviso sin diferenciar edad, sexo, condición social, ni religión, por lo
tanto entre las acciones de apostolado de vida, tenemos la opción de orar y
ayudar a los enfermos, tomando en cuenta que muchas veces sufrir acompañado
alivia o sana más, que un medicamento.

Pero de manera particular, bajo la maternal
protección de Nuestra Señora de Lourdes, desde 1993 y por iniciativa de San Juan Pablo II, cada 11
de febrero celebramos la Jornada Mundial de Oración por los Enfermos.
Recordemos que las apariciones de la Virgen
María en Lourdes (1844-1879), culminaron con el mandato dado a la joven Bernadette
Soubirous de escarbar en la tierra para que brotara un manantial de agua limpia
y cristalina que desde entonces, no sólo saciar la sed, sino que cura a las
personas enfermas física o espiritualmente, que se sumergen en la piscina
construida en ese lugar.
Por lo tanto cada 11 de febrero es un día para
reflexionar, evaluar y orar especialmente por los enfermos y quienes les
cuidan: familiares, voluntarios, capellanes, personal médico o sanitario y también
para implorar por la salud del alma y el cuerpo de todos los que sufren
enfermedades y dolencias.
Este
año especialmente en las «palabras de Jesús a su madre María y a su discípulo Juan»
«Ahí
tienes a tu hijo... Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora, el discípulo
la recibió en su casa» (Juan 19,26-27),
se inspira el tema del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del
Enfermo 2018, invitándonos a fijar la mirada en María, mujer siempre atenta a
socorrer a las personas enfermas y necesitadas y a quien siempre invocamos como
Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores y Consoladora de los afligidos:
“Juan, como discípulo que lo compartió todo
con Jesús, sabe que el Maestro quiere conducir a todos los hombres al encuentro
con el Padre. Nos enseña cómo Jesús encontró a muchas personas enfermas en el
espíritu, porque estaban llenas de orgullo (cf. Jn 8,31-39) y enfermas en el
cuerpo (cf. Jn 5,6). A todas les dio misericordia y perdón, y a los enfermos
también curación física, un signo de la vida abundante del Reino, donde se
enjuga cada lágrima”. (Mensaje Jornada Mundial del Enfermo
2018: #3)
El Papa Francisco reitera que todos los que
integramos la Iglesia debemos servir siempre a los enfermos y a los que cuidan
de ellos con renovado vigor, en fidelidad al mandato del Señor y demostrando siempre
el rostro misericordioso de Dios.
“La Iglesia sabe que necesita una gracia
especial para estar a la altura de su servicio evangélico de atención a los
enfermos. Por lo tanto, la oración a la Madre del Señor nos ve unidos en una
súplica insistente, para que cada miembro de la Iglesia viva con amor la
vocación al servicio de la vida y de la salud”. (Mensaje Jornada Mundial del
Enfermo 2018: #7)

Aquellos que ejercen alguna profesión del
sector salud pueden aportar y organizar actividades más amplias y concretas en
ayuda de quienes padecen alguna enfermedad. O sumar esfuerzos voluntarios en los centros públicos o privados en
coordinación con agentes de la pastoral
de salud, Cáritas u otra organización de la Iglesia Católica.
"¡Sanad a los enfermos!" (Mt
10,8). La Iglesia ha recibido esta tarea del Señor e intenta realizarla tanto
mediante los cuidados que proporciona a los enfermos, como por la oración de
intercesión con la que los acompaña. Cree en la presencia vivificante de
Cristo, médico de las almas y de los cuerpos. Esta presencia actúa
particularmente a través de los sacramentos, y de manera especial por la
Eucaristía, pan que da la vida eterna (cf. Jn 6,54.58)”.
Catecismo:
#1509)
Son muchas las alternativas para asumir un
emprendimiento solidario y fraterno, en favor de los hermanos enfermos, de ahí
la necesidad de perseverar en esta noble labor guiados en oración por el
Espíritu Santo y bajo la intersección de Nuestra Señora de Lourdes, con
amor, oración y acción para aliviar el sufrimiento de quienes han sufrido algún
accidente o padecen males del cuerpo y del alma.
ORACION
POR LOS ENFERMOS
Omnipotente
y sempiterno Dios, Salud de los que en Ti creen y esperan, escucha el clamor
por nuestros enfermos y por intersección de la Santísima Virgen Nuestra Señora
de Lourdes, concede vida abundante a sus almas y devuélveles, según tu beneplácito,
la salud del cuerpo. Ayuda
a las personas enfermas a vivir su sufrimiento en comunión con el Señor Jesús y
apoya a quienes cuidan de ellas. Amén.
Lcda.
María Espina de Duarte
Twitter:
@mabelespina
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