jueves, 29 de marzo de 2018

Jueves Santo: Amor fraterno…


   “Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado”. (Jn 13, 34)


   Con estas palabras del Señor

a sus Apóstoles, se despeja el horizonte hacia la nueva Pascua con luz del gran sol amado…
   Por eso al recordar cada Jueves Santo la última cena celebramos  la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio exaltado…
   Ambos sacramentos fundamentados en el amor redentor y en el servicio por el hermano  desamparado…
    Cada Jueves Santo la invitación de la Madre Iglesia es muy clara, recordar el lavatorio de los pies y el precepto del amor cristiano…
   Para que seamos la presencia amorosa de Dios en una sociedad  desarrollada pero entre tantas mujeres y hombres  necesitados…
    Cada Jueves Santo recordamos Señor que tu Cuerpo y tu Sangre, son nuestro alimento sacramentado…
   Tomad y comed…este es mi cuerpo...esta es mi sangre... ¡Hagan esto en memoria mía!
    La Eucaristía es el centro de nuestra vida espiritual, porque Jesús está real y verdaderamente presente con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad…


"Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo."…se levantó mientras cenaba... y se puso a lavarles los pies a sus discípulos..." (Jn 13,4-5). 
  

   Cada Jueves Santo  con tus sabias palabras Jesús asimilamos que el Maestro asume la condición de Siervo porque; "no ha venido para que le sirvan, sino para servir"
.  Previamente a su Pasión y Muerte, Jesús nos enseña a limpiar nuestro corazón  con caridad y humildad…
    Cada Jueves Santo recordamos que somos una iglesia santa, una comunidad consagrada, un pueblo sacerdotal…
    Por eso oremos siempre para que florezcan las vocaciones sacerdotales y por la santidad y perseverancia de quienes han consagrado su vida al servicio pastoral…
    Con devoción, piedad y esperanza cada Jueves Santo participemos en el Triduo Pascual
     Meditando sobre la Eucaristía, el amor, el servicio y  el Orden Sacerdotal…
    Para renovar nuestro compromiso bautismal y seguir el legado de Jesús, hacia el nuevo banquete pascual, en amor fraterno para toda la humanidad.
     Recordando sus palabras narradas según el Evangelio de San Juan:


 “Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan". (Jn 13, 15)
  

Lcda. María Espina de Duarte
Twitter: @mabelespina

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