martes, 15 de enero de 2019

Hijos amados.

  Desde el río Jordán resuena todavía "la voz del Padre" que nos indica cuál es la tarea a cumplir por todo bautizado.

   Como se describe en el evangelio, durante el Bautismo del Señor por parte de Juan, desciende el Espíritu Santo y se da la proclamación divina asociada a la misión profética,sacerdotal y real de Cristo. "Este es mi Hijo amado en quién me complazco"  Mt 3, 16-17; Lc 3, 22 

   Por lo tanto al ser bautizados niños o adultos, estamos llamados a dar testimonio cristiano en el mundo, con la fuerza del Espíritu Santo.

   En palabras del Papa Francisco, en la vida cristiana "hay un antes y un después del Bautismo".  Porque nos incorporamos a la familia de Dios que es la Iglesia, asumiendo la misión evangelizadora.

   "Por el bautismo somos liberados del pecado y regenerados como Hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos participes de su misión".(Catecismo; #1213) 

   Asumamos el compromiso bautismal con fe y esperanza, siempre con la fuerza del Espíritu Santo para anunciar y testimoniar la Buena Nueva de la Salvación, en fraternidad como Hijos amados de Dios.

   "Por la gracia de Cristo recibido en el bautismo son hombres y mujeres orientados, no creen en la oscuridad sino en el resplandecer del día, no sucumben en la noche sino esperan la aurora, no son derrotados por la muerte, sino anhelan resucitar, no son doblegados por el mal, porque confían siempre en las infinitas posibilidades del bien"  
Papa Francisco (Catequesis: 02-08-2017)

Lcda. María Isabel Espina de Duarte
Twitter: @mabelespina

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