En el camino hacia la Pascua también la Madre del Nazareno ocupa un lugar privilegiado con su ejemplo de fidelidad y de silencio, siempre atenta escuchando y meditando la Palabra de Dios.
La Virgen María recorrió un camino cuaresmal muy particular cercana a su Hijo "Varón de dolores" que cargo con nuestras culpas (Is. 53,3) y nos redimió ofrendando su propia vida con una muerte en cruz(Fil. 2,8)
"Por haber generado al Primogénito y por haberse asociado a su sacrificio, María es la Madre de adopción y al mismo tiempo la Corredentora de todos los hombres". (Lumen Gentium; 58)
Por lo tanto con María tenemos también en el camino hacia la Pascua una catequesis de silencio, de entrega, renuncia,servicio y de compromiso, porque pudo mantenerse serena, fiel y firme junto a Jesús crucificado.
(Juan 19, 25-27)
La Madre Dolorosa es nuestra gran mediadora entre Dios y la humanidad, ella vivió con y en Jesús, al asumir el dolor en solidaridad con Cristo Redentor y con nosotros pecadores penitentes.
Si la preparación a la Pascua nos exige oración,fe, obediencia, perseverancia, sacrificio, penitencia y sobre todo esperanza quién mejor que María de Nazareth para guiarnos.
Lcda. María Isabel Espina de Duarte.
Twitter: @mabelespina
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