martes, 27 de agosto de 2019

Peregrinos… En Compañía de Jesús.



Somos peregrinos, Hijos de Dios llamado a vivir y compartir cada día, nuestra fe, bajo el fulgor de la oración personal, la caridad activa y testimoniando la Palabra de Dios, es decir, en vigilancia y discernimiento permanente.

“El hombre es por naturaleza y por vocación, un ser religioso viniendo de Dios y yendo a Dios” (Catecismo # 44).

Así como nos refleja la vida ejemplar de San Ignacio de Loyola quien ante de su conversión se caracteriza por ser un militar valiente, audaz, arrogante e irreverente, pero sobre todo soñador, pero luego de resultar herido en la batalla de Pamplona y ver frustrada su carrera militar, Loyola en medio de sus frustraciones y dudas, leyendo ocasionalmente la Vida de Cristo y de los Santos, emprende el mayor de sus sueños, de salir al encuentro de Dios, librando ahora como “Caballero del Cielo”, la batalla más importante de su vida para alcanzar la santidad atraído por la Gloria de Dios.

Como explica el Papa Francisco recientemente Loyola “Cuando era un joven soldado pensaba en su propia gloria; pero luego fue atraído por la Gloria de Dios; que dio sentido a su vida” (Twitter; 31/07/2019).

De San Ignacio aprendemos entonces a aceptar el reto, de ser un peregrino más, el sin atadura se abrió a toda posibilidad de servir a Dios y al prójimo en todas las circunstancias que se le presentaron porque en la Compañía de Jesús todas las metas planteadas sobre la voluntad divina la podemos alcanzar sobre todos si buscamos atesorar la verdadera riqueza, que está  en ser y no poseer.

“Donde está tu tesoro, hay esta tu Corazón” (Lc. 12, 34)

Siguiendo el ejemplo de San Ignacio de Loyola que las caídas y derrotas temporales no detenga nuestra peregrinación, que a medida que intensifican las pruebas se aviven igualmente los sueños, sobre todo en Compañía de Jesús, el Buen Pastor, el  Amigo que nunca Falla.

“Vive con fe y amor, constancia y bondad, pelea el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado” (1 Tm. 6,12)


Lcda. María Isabel Espina de Duarte.
Twitter: @mabelespina


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