miércoles, 27 de noviembre de 2019

Amado Rey


Reconocer y celebrar a Cristo como Rey del Universo y sobre todo como Rey de la Vida es validar la esencia de nuestra fe porque el reinado de Jesús comienza en el corazón, en el sentir y ser de cada hombre y mujer.

El Señor reina sin lujos, sin corona, sin poder, sin palacios mucho menos sin ejércitos, porque su soberanía reside consiste en un nuevo modo de vivir y pensar.

En todo esto la proclamación del Reino de Dios es inseparable la llamada a la concesión, así se asume el anuncio del Evangelio como opción personal y como nueva norma de vida.

“Cambien su vida y su corazón porque el reino de los cielos está cerca.” (Mt. 4, 17).

De tal manera que le corresponde a todo creyente vivir y testimoniar a Él poder de la obra redentora de Jesús bajo el mandato del amor fraterno y haciendo nuestras las palabras del salmista:

 “Señor tu eres nuestro Rey tu eres Señor, el rey de todos los reyes. Estas revestido de poder y majestad. Tu mantienes el orbe y no vacila eres eterno y para siempre está firme en tu trono” (del Salmo 92)

Lcda. María Isabel Espina
Twitter: @mabelespina

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