Con Jesús la
muerte tiene una sentido positivo o en palabras del Papa Emérito Benedicto XVI “En
la medida que estemos unidos a Cristo pasamos de la muerte a la vida plena”
(Homilía 09/04/2012).
Solo así
seremos “Herederos de la Vida Eterna” (Mt. 19, 27 – 29) asumiendo desde
nuestra peregrinación terrenal obras concretas de amor fraterno y de
misericordia.
De tal manera que al celebrar y reflexionar
con la Solemnidad de todos los Santos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos,
la Iglesia nos reitera la invitación de asumir el desafío sea vivir en santidad
para alcanzar la salvación como don Generoso de Dios Padre.
Porque la
santidad es la máxima expresión de amor y confianza que un hombre o mujer puede alcanzar en intima comunión con Dios,
testimoniando en Evangelio. “Todos los fieles de cualquier estado o
régimen de vida son llamada a la plenitud de la vida cristiana y a la
perfección de la caridad. Todos son llamado a la santidad “sed perfecto vuestro
Padre Celestial es perfecto” (Mt. 5, 48) (Catecismo # 2013)
Ahora bien
por el pecado original sufrimos la muerte corporal pero con su resurrección
Jesús nos abrió el sendero para nuestra salvación.
Por lo tanto
debemos asumir con esperanza como se afirma en el libro de la Sabiduría que la
muerte es el desenlace normal entre la vida terrena y la eterna.
“El
día del juicio brillaran lo justo como chispa que se propaga en un cañaveral…
Porque Dios ama a sus elegido y cuida de ellos” (Sab. 3, 6 – 7 9).
Lcda. María Isabel
Espina de Duarte
Twitter: @mabelespina
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